En la Ciudad de México, la Residencia Suiza por FHV balancea la naturaleza y arquitectura.

«Residencia Suiza» es un refugio urbano minimalista para el embajador suizo en México, enclavado entre una exuberante vegetación y lejos del ruido de la calle.
Austera pero intrigante, la casa se encuentra en el selecto Paseo de la Reforma, en una de las zonas residenciales más prestigiosas de la Ciudad de México. Una plataforma horizontal, cuya altura está definida por el acceso desde la calle, forma su base. Cada uno de los volúmenes rectangulares que componen la estructura está en ángulo con respecto a la calle, mientras que altos muros de hormigón aíslan el conjunto y protegen la vivienda de la avenida, tanto física como acústicamente.
Desarrollada en dos niveles, la residencia se compone de dos losas de hormigón que se extienden de pared a pared y se proyectan para crear voladizos profundos. Los dos elementos estructurales se apoyan en bloques monolíticos de granito negro que albergan los espacios de servicio y organizan las zonas principales.
Acabado en una paleta apagada de grises y negros, los interiores se han mantenido limpios y recortados, pero elegantes. El suelo de terrazo exterior e interior crea una sensación de continuidad y armonía entre el exterior y el interior, reforzada por los grandes ventanales de suelo a techo en la mayoría de las habitaciones y la densa vegetación omnipresente en todos los espacios.
*Imágenes de Rafael Gamo
Con cariño, casa bedu.