Guía para diseñar una casa slow living

Lo que somos comienza en casa.
El hogar es el lugar donde somos más libres para ser nosotros mismos, y donde damos la bienvenida a los demás en nuestro mundo.
Con tantos de nosotros fatigados por un mundo que puede parecer completamente contrario a nuestros propios valores, el hogar es el lugar donde podemos crear un mundo que refleje lo que más nos importa. Cuando nuestros hogares se arman cuidadosamente en base a lo que valoramos y cómo deseamos vivir, comienzan a servir como algo más que los espacios que habitamos.
Diseño para la unión
La calidad de nuestras relaciones determina la calidad de nuestras vidas. Nuestros hogares son espacios para la unión privada. En ella, somos libres de ir más despacio, tomarnos nuestro tiempo y estar juntos en nuestros propios términos.
Diseñar nuestro hogar teniendo en cuenta la unión puede tomar muchas formas diferentes: Desde largas mesas para reunirse y bancos que pueden acomodar a dos o unos pocos, hasta sofás acolchonados donde la familia pueda tomarse el tiempo de saborear la intimidad. El arte de diseñar para la unión reside en la cantidad de cuidado y atención que dedicamos a hacer que aquellos con los que compartimos nuestros espacios se sientan cómodos, bienvenidos y a gusto.
Diseñar para los sentidos
Nuestros sentidos son lo que nos hace estar en el aquí y ahora. Un hogar que ha sido creado con todos nuestros sentidos en mente, es un espacio donde podemos encontrar nuestro camino de regreso a nosotros mismos. La sensación de sacar un disco antiguo, colocar cuidadosamente la aguja en los surcos y escuchar el crujido dentro de los sonidos de tiempos pasados, puede ser mucho más placentera que presionar la reproducción en una lista de reproducción digital. En una época en la que gran parte de la vida diaria está regida por las pantallas, crear nuestro hogar de una manera que haga a un lado lo digital, nos puede proporcionar un gran respiro.
Usando materiales naturales como lino, piedra, lana o arcilla. Dejando las tablas del suelo de madera sin barnizar y los muebles sin pintar. Dejando las telas sin planchar, amontonadas o fluyendo para que nuestros dedos se aniden en ellas. Incorporando textura en las paredes, tejidos como tapicería, alfombras y muebles suaves, e incluso acabados astillados y ampollados como los tan típicos de los muebles antiguos y de época. Introduciendo formas orgánicas suaves como superficies naturales desiguales, o las pequeñas imperfecciones de la cerámica hecha a mano, todo ello da a nuestros sentidos algo que notar y experimentar.
Diseñar para la calma y la contemplación
Una calmante paleta de colores. Rincones para la contemplación como un asiento junto a una ventana, un rincón de lectura, o la perfecta luz junto a la cama. Un lugar cómodo y tranquilo para detenerse y tomar un momento mientras se prepara el té. Tanto si se trata de un gesto más grande o algo pequeño como colocar una silla junto a la ventana de la cocina para poder robar un momento de tranquilidad mientras la tetera está hirviendo. Diseñar nuestros hogares con la calma y la contemplación en mente puede ser el punto de partida para construir rutinas más lentas y reflexivas en nuestra vida diaria.
Diseñar para la consideración de nuestro planeta
Cuando creamos nuestros hogares utilizando materiales naturales, muebles de segunda mano o de época, y artículos de calidad que duran y mejoran con el tiempo y el uso, y cuando aprendemos a abrazar las imperfecciones y las huellas del tiempo como parte de la historia de un hogar amado y vivido, estamos creando hogares con más consideración por nuestro planeta.
Diseñar para reflejar la individualidad
Los hogares que reflejan la individualidad de las personas, rara vez son hogares sobre las últimas «tendencias» de revistas de diseño de interiores. En cambio, son hogares llenos de objetos que se han recolectado lentamente a lo largo del tiempo que cuentan las historias, los viajes, las esperanzas y los sueños de las personas que viven en ellos. En lugar de sucumbir a la presión de comprar los artículos más recientes y centrados en las tendencias, una casa lenta es aquella donde las decisiones de compra se toman con moderación pero con consideración e intención.
*Te dejamos un video sobre los pequeños placeres de la vida.
Con cariño, casa bedu.