Los diseños inspiradores del arquitecto griego Nicos Valsamakis

Nicos Valsamakis nació en Atenas, Grecia y es considerado con razón no sólo como el arquitecto griego más importante de la actualidad, sino también como uno de los más distinguidos del mundo. Fue en 1953 cuando fundó su estudio; en las décadas transcurridas desde entonces, no ha dejado de regalar al mundo hermosas y reflexionadas estructuras y de recibir innumerables reconocimientos por ellas.
Los edificios que diseña son igualmente discretos, su simplicidad miente las complejidades ocultas en sus diseños. Hay algo muy puro y mínimo en cada uno de los más de 300 edificios a su nombre. Gracias a este cuidado, permite al público reconocer visualmente que algo es realmente «un edificio Valsamakis».
Uno de los factores que distingue el estilo de sus edificios, es la cuidadosa consideración que se ha tenido en cada uno de ellos en relación con la propiedad sobre la que se encuentra. En esencia, la tierra es el rasgo distintivo que determina el resultado final. Un ejemplo característico de ello es la Casa en Koilada, una impresionante residencia privada que terminó en 2006, situada en una península con vistas al golfo de Argolida en Grecia. La estructura parece «nativa» de la propiedad, nunca compitiendo, sino que abarca el terreno natural de la tierra, amplia luz solar y las increíbles vistas al mar que la rodean.
Como ya ha declarado públicamente, una fuerte inspiración en todo su trabajo ha sido siempre el gran amor que siente por su país, sobre todo por la luz y el estilo de vida de Grecia. Y si se mira cualquiera de los edificios que aquí se muestran – desde la Casa en Anavissos, al acantilado Amalia Hotel en Delfos – es una prueba positiva.
Hay muchas cosas que están diseñadas y hechas en este mundo. Pero algunos parecen encarnar vidas propias y poseer ciertos factores que, aunque no pueden ser determinados por números o adecuadamente descritos con palabras, dan vida a los diseños y, a su vez, acaban siendo ellos mismos los catalizadores de nuevas inspiraciones. . .
Con cariño, casa bedu.